Amarilla inicial


PEDRO CÉSAR CANTÚ MARTÍNEZ* Medio ambiente y salud: un enfoque ecosistémico El concepto ecología, establecida en una interrelación con el resto de los seres vivos y su 1869, por Ernest Haeckel, un natu- hábitat; asimismo, con la estructura y funcionamiento ralista alemán, reconocido como pa- de los ecosistemas en general que lo acogen. De manera dre de la ecología, determina que es particular, el sistema ecológico del ser humano es muy una ciencia que estudia las interrela- semejante al resto de los organismos con los que convi- ciones entre los seres vivos (factores bióticos) y sus ve; sin embargo, los seres humanos cuentan con la ca- condiciones fisicoquímicas (factores abióticos), como pacidad notable para modificar y transformar su entor- temperatura, humedad, entre otros. 1 La ecología, una ciencia joven, mostró progresos reales a partir de la Hoy en día, se observa cómo el entorno ha tole- década de los treinta, y su ascenso rápido data a par- rado numerosos cambios, primordialmente por el tir de los años sesenta. Se ha instituido como una trabajo del ser humano. No obstante, la generalidad rama del conocimiento científico de mucha relevan- de estos cambios ha sido perjudicial, trasladando con- cia, cuyos dividendos incumbiría poner en práctica sigo inmensos menoscabos para la naturaleza que han en una sociedad inquietada por apuntalar un desa- acarreado inevitables riesgos y tensiones al ambien- rrollo perdurable con un sustento en sus preceptos, te, que actualmente adquieren una creciente impor- para que consolide la conservación de las especies de tancia en la medida que el ser humano se apoya en el plantas y animales, así como una articulación equi- conocimiento científico y en el contexto sociocultu- librada de los ecosistemas.
ral. Esto, porque los mismos problemas que sufre el En otras palabras, se convierte en la asignatura entorno, los padece el ser humano, al exponerse, per- que estudia las relaciones entre los organismos y su manentemente, como todos los seres vivos, a la ac- ambiente; este último determinado como el agrega- ción de una multiplicidad de factores perniciosos, do de circunstancias externas que se vinculan y ata- que ponen en tela de juicio su capacidad de adapta- ñen a la vida, el desarrollo y la conducta de los orga- nismos, los cuales constantemente se ajustan a lostransitorios requerimientos del medio ambiente enque se desarrollan.2 En este sentido, se reconoce alser humano como especie, como un ser biológico- * Universidad Autónoma de Nuevo León, FASPYN.
cultural integrante de la naturaleza, el cual mantiene CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012



PEDRO CÉSAR CANTÚ MARTÍNEZ Esencialmente, esto ocurrió en 1972, en la Confe- rencia Mundial sobre Medio Humano, en la ciudad de Se reconoce que, en las condiciones actuales, la rea- Estocolmo, donde se congregaron 113 naciones del lidad ambiental del siglo XXI que nos avizora es una orbe, con el propósito de conciliar los objetivos ha- situación que se yergue poco halagüeña; esto, por bituales del desarrollo con la conservación de la na- las disposiciones poco razonadas que han tomado turaleza.7 Y que posteriormente, en 1987, mediante en el pasado las naciones del mundo, que represen- el Informe Brundtland, elaborado por la Organiza- tan ahora un conflicto difícil de enmendar por parte ción de las Naciones Unidas, reveló la necesidad de de nuestra sociedad.4 Particularmente, cuando se contar con una mayor concientización sobre la gra- observa que el patrón de organización social se sus- vedad de la degradación ambiental a nivel mundial, tenta en relaciones de pro- ya que los patrones de ducción y consumo, don- consumo y de producción de, por lo general, se me- –hasta ese momento–, y la noscaba a los ecosistemas, consecuente degradación y sus consecuencias se ma- nifiestan en grandes pro- insostenibles, lo cual con- blemas ambientales, los llevaría una afectación de cuales emanan esencial- manera negativa a las ge- mente de la contamina- neraciones por venir.7 ción; que se expresa por Debido a que la relación un cambio no ansiado en existente se permeaba en las características fisico- nuestra sociedad en: po- químicas y biológicas del líticas asimétricas de de- suelo, cuerpos de agua y sarrollo económico; prác- aire.5 La generalidad de las ticas administrativas actividades humanas se desarrolla bajo estos mode- inapropiadas que hicieron insostenible el consumo de los económicos, que cada vez más menguan la cali- recursos; la discrecionalidad de los marcos jurídicos am- dad del ambiente y son los primordiales promotores bientales que soslayaron los daños a los ecosistemas y el de la corrupción ambiental, la cual trasciende tanto deterioro de la calidad de vida y salud humana.8 en naciones desarrolladas como en aquéllas en vías Este informe produjo el interés necesario que dio de desarrollo.
lugar a una de las conferencias internacionales más En el siglo XX, el argumento ambiental repercu- importantes sobre ambiente en Río de Janeiro, en tió en el concierto internacional, cuando se realizó 1992, en la que se abordó el enfoque integral al tema una difusión masiva del conocimiento y de las evi- ambiental, incluyendo los aspectos económicos y dencias científicas existentes de la degradación del sociales que desembocaron en el concepto de desa- ambiente. No obstante, la inquietud por las compli- rrollo sustentable.7 En éste se reconoce que los im- caciones ambientales surgió con mayor preocupa- pactos socioambientales, que dan origen a las con- ción cuando se les asoció a las relaciones poco equi- trariedades en la naturaleza, florecen de cuantiosos libradas entre nuestra sociedad y la naturaleza.6 componentes, que a su vez se ciñen con eventualida- CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012



MEDIO AMBIENTE Y SALUD: UN ENFOQUE ECOSISTÉMICO des de carácter socioeconómicas.7 Posteriormente se el 20% más pobre de la población en el mundo re- realizó la Cumbre de Johannesburgo, en 2002, la presenta menos de 2% del total del consumo.10 Esta cual reunió numerosos participantes, con el objeti- percepción utilitarista, aún prevaleciente en nuestra vo de centrar la atención de la sociedad sobre la ne- sociedad, promueve de manera sucesiva el agrava- cesidad de realizar actividades puntuales frente a los miento de la crisis ambiental existente, que revela retos de mejorar la calidad de vida de la población y como la única salida posible para las emergencias encontrar fórmulas para la conservación de nuestros sociales y económicas el uso desmedido de los recursos recursos naturales, en un ámbito en el que la pobla- naturales, lo que ha creado quimeras muy alejadas de la ción crece cada vez más y demanda más recursos.7 realidad, ya que ésta hoy se muestra en un estado de Este último aspecto, el crecimiento poblacional, pobreza, con creciente desigualdad, deterioro de la ca- se constituye en un problema bastante serio, porque lidad de vida y salud en la sociedad, así como en un casi 3000 millones de individuos en todo el mundo menoscabo a los recursos naturales que la circundan. 11 coexisten en áreas urbanas, y este número crece dia- En este sentido, 1.3 mil millones de pobres en el riamente; pero, además, es en las zonas urbanas don- mundo no poseen el amparo de los sistemas de sa- de se observan la generación de grandes cantidades lud, sencillamente porque no pueden costearlos en de desechos sólidos, aguas cloacales, polución del el instante en que los precisan.12 Tan sólo en Améri- aire, daños a la salud y donde también se producen ca Latina, a pesar del repunte económico en la re- colosales demandas de energía, alimentos y otros gión, esto no ha permitido resolver problemáticas recursos, expandiendo con ello su huella ecológica.10 de carácter altamente social. Así lo señalan Zahedi y En las circunstancias mencionadas, los proble- Gudynas,11 al indicar que en 2005, 39.8% de la po- mas de orden antrópico se incrementan, generando blación vivía en condiciones de pobreza (209 millo- problemas ambientales verdaderamente serios. En- nes de personas) y 15.4% (81 millones) vivía en la tre las eventualidades antrópicas de mayor presión pobreza extrema. Por otra parte, la Organización en el mundo, advertimos que los países más ricos, Mundial de la Salud, en 2010,12 refiere que de elimi- los cuales albergan 20% del total del la población narse las desigualdades económicas y los rezagos so- mundial, emplean más de 86% del total del consu- ciales en 49 naciones de ingresos bajos, se evitaría el mo de recursos y bienes en el mundo, mientras que fallecimiento de más de 700 mil mujeres en el próxi- CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012



PEDRO CÉSAR CANTÚ MARTÍNEZ mo lustro, y en niños menores de cinco años se po-drían salvar aproximadamente 16 millones de vidas,en ese mismo periodo de tiempo.
A los anteriores conflictos, le deberíamos sumar la carga ambiental de los eventos naturales recientes,que han generado muchos impactos ambientales ycuyos resultados económicos y sociales no han sidohalagadores en el mundo. Entre éstos podemos men-cionar los tsunamis de fines de 2004 y de 2011, queafectaron a Indonesia y a Japón, respectivamente.
En Japón, las estimaciones para restituir los dañosalcanzarán la cifra de 180,000 millones de dólares.
Asimismo, encontramos el incremento de la cifra dehuracanes en el Golfo de México en los últimos años,de los que podemos recordar a Katrina, en 2005,que minó aproximadamente 25% de los pozos pe-trolíferos de los Estados Unidos y conllevó la des- ces complejos y vigorosos; particularmente sobre gracia en un gran número de personas al destruir la aquellos sistemas considerados como los medios de ciudad de Nueva Orleans.13 Los daños cuantificados vida, atentando además contra la salud humana y la monetariamente por este fenómeno ascendieron al- sustentabilidad de los sistemas.14 Esto hace que des- rededor de 90.9 billones de dólares. Igualmente, si taquemos que el mejoramiento de la salud humana evocamos los sismos de Haití y Chile, en 2010, este depende, sin duda, de un manejo adecuado de los último se estima 800 veces más intenso que el susci- sistemas naturales y del control y regulación de nues- tado en la isla haitiana; afectó a más de doce millo- tras actividades productivas.
nes 800 mil personas, que representan 75% de la La exposición prolongada a ciertos constituyen- población chilena.14 tes ambientales, primordialmente de origen Como nos percatamos en estos últimos 40 años, antrópico, puede influir en el bienestar de la socie- el gran número de personas que habitamos actual- dad, haciendo que éstos se constituyan en impor- mente y el estilo de vida que hemos llevado por los tantes agentes en el auge y aparición de enfermeda- modelos vigentes de economía, así como los infortunios des y malestares. Éstos pueden llegar a ejercer un de los eventos naturales, son elementos que perturban impacto severo en la salud de las personas, conlle- la situación de equilibrio del medio ambiente.
vando, por lo general, una afectación en el desarro-llo de sus capacidades potenciales, que se traduce en Carga de padecimientos por el medio ambiente
un deterioro de la calidad de vida de los mismos.
Acorde a lo antes mencionado, un reporte de La salud y el bienestar de las personas están entraña- 2006 de la Organización Mundial de la Salud indi- blemente unidos a las condiciones de los ecosiste- ca que cerca de 25% de la carga universal de enfer- mas. Las actividades que nuestra sociedad realiza tie- medad se le atribuye a las condiciones del medio nen hondas secuelas en nuestro entorno, con alcan- ambiente y, específicamente, cita que más de 33% CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012


MEDIO AMBIENTE Y SALUD: UN ENFOQUE ECOSISTÉMICO das. La Organización Mundial de la Salud conside-ra que muchas de las exposiciones coligadas son pre-visibles, y se pueden evitar; de manera que advierteque 5% de los cánceres se deben a exposiciones la-borales, y 2% a la contaminación del aire.17 De lamisma forma, indica que entre las enfermedades conmayor carga atribuible a factores ambientales, previ-sibles, se encuentran: la diarrea, las infecciones delas vías respiratorias inferiores, lesiones accidentalesy el paludismo.16 Así, encontramos que la morbilidad por diarrea presente en la población en el mundo está relaciona-da en alrededor de 94% a factores de riesgos am-bientales, concernientes al uso y consumo de aguano potable y a condiciones generales de una caren-cia de saneamiento e higiene en el medio que habi- de la morbilidad infantil es imputable a factores tan. Las infecciones de las vías respiratorias inferio- ambientales modificables.16 Menciona, además, que res presentan una carga asociada a la calidad del aire; la carga de enfermedad motivada por exponerse a que advierte que en los países industrializados, cerca los riesgos ambientales es excesivamente más alta en de 20% de estas infecciones son imputables a moti- las naciones en desarrollo, comparada con aquélla vos ambientales, y en los países en vías de desarrollo que se muestra en las naciones desarrolladas. Por ese porcentaje llega incluso a ser de 42%.16 ejemplo, Prüss-Üstün y Corvalán16 mencionan que Entre los traumatismos accidentales, la Organi- en el caso de los padecimientos infecciosos, la cifra zación Mundial de la Salud documenta que las pro- absoluta de años de vida sana perdidos por persona, ducidas por los riesgos en el lugar de trabajo, la ra- como resultado de agentes ambientales, es 15 veces diación y las contingencias industriales, 44% de es- superior en las naciones en desarrollo que en aqué- tas lesiones son achacables a agentes ambientales.
llas desarrolladas. Por otra parte, el porcentaje de Estos factores ambientales también favorecen mar- enfermedades diarreicas e infecciones de las vías res- cadamente las lesiones causadas por incidentes de piratorias inferiores concernidas con el entorno, lle- tránsito, atribuyéndoles 40%. Esto es afín con agen- ga a ser entre 120 y 150 veces más considerable. Esto tes como la carencia de los servicios básicos para obedece a las cambios en el tipo de riesgos ambien- peatones y ciclistas. 16 tales y a las serias dificultades que muestran las per- Con respecto al porcentaje de paludismo aplica- sonas en tener acceso a la atención primaria de la ble a factores ambientales modificables, éste es de salud. Asimismo, diferentes padecimientos, como 42%, y está allegado a deficientes políticas y prácti- afecciones de la infancia, enfermedades crónicas res- cas de aprovechamiento de tierras y de los recursos piratorias, y otras enfermedades transferidas por vec- hídricos, que se aúna al mal establecimiento de los tores, entre otras más, están equivalentemente vin- asentamientos humanos. Por otra parte, poco más o culadas a las circunstancias ambientales deteriora- menos de 42% de los sucesos de neumopatía CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012 PEDRO CÉSAR CANTÚ MARTÍNEZ obstructiva crónica es atribuible al ambiente; donde sociedad y permear una cultura ecológica en la hu- la exposición mayormente proviene de un riesgo manidad que cobije el amplio pero efímero y delica- profesional al polvo y a sustancias químicas en loca- do ámbito de lo humano, y que trascienda también les cerrados y a la utilización de combustibles sóli- de nuestras vidas al escenario de lo natural. Para ello, dos, como el carbón o leña, en los hogares. Además, es imprescindible estimular el discernimiento en la se ha computado que el retraso mental originado sociedad de las complicaciones ambientales en las por la exposición al plomo es 30 veces más notable que subsistimos, para proceder posteriormente a en los países donde aún se emplea gasolina con plo- hacer notorios los vínculos innegables entre la natu- mo, que en los países donde se ha suprimido ésta.16 raleza, los modelos de actuar en nuestra vida diaria y En los grupos vulnerables de población, particu- la salud, y así deducir que estas complicadas y volu- larmente los niños de 0 a 5 años, la diarrea, el palu- bles correspondencias en el extenso trayecto evoluti- dismo y las infecciones respiratorias acometen con vo biológico-cultural que poseemos es la trama de la una alta morbilidad aplicable al medio ambiente, y vida misma. Reconociendo, en esta reflexión, que del mismo modo son algunas de las más letales entre para el tejido de la vida, lo mismo es presenciar el los infantes menores de cinco años. En las naciones derribo de un árbol, ver moribundo un animal, o en desarrollo, se le atribuye a estas tres enfermeda- dejar perecer a un hombre enfermo o de hambre.
des 26% de todas las defunciones. 14 Sánchez-Rosado, M. (2005). Población y ambiente. Méxi- La calidad del ambiente es un componente conclu- co, D.F., Ed. Universidad Nacional Autónoma de México.
yente de la salud del ser humano, y el deterioro am- Cantú-Martínez, P. C. (1998). "Apreciación ecológica de biental causa consecuencias perjudiciales, de mane- la salud". Ambiente Sin Fronteras , I (11/12 ), 1-4.
ra directa o no, que compromete la salud de las per- San Martín, H. (1992). Tratado geeneral de la salud en las sonas y el desarrollo sustentable. En cambio, un sociedades humanas (Vol. 1). México. La Prensa Médica medio ambiente adecuado favorece la equidad am- biental, que representa agua, aire y suelos no conta- Ferrerira-Soraire, G. (2008). "La salud humana y el am- minados, así como seguridad e inocuidad de los ali- biente, perspectiva educativa en salud". Revista Iberoame- mentos, sitios donde se labore de manera apropiada ricana de Educación (46), 1-9.
y estilos de vida saludables. Igualmente, un medio Cantú-Martínez, P. C. (2010). ¿La naturaleza o el hom- ambiente adecuado potencia las probabilidades del bre? El dilema ambiental. México. Ed. Universidad Autó- ser humano de salvaguardar y prolongar su salud.
noma de Nuevo León.
Por lo tanto, se deben fortalecer y fomentar alianzas García-Ballesteros, A. (2000). "La cuestión ambiental en entre los diferentes sectores de la sociedad, emplean- la geografía del siglo XX". Anales de Geografía de la Uni- do instrumentos de política pública para lograr los versidad Complutense (20), 101-114.
objetivos conexos de salud, sustentabilidad ambien- Cantú-Martínez, P. C. (2008). Desarrollo sustentable.
tal y desarrollo.
Conceptos y reflexiones. México. Ed. Universidad Autó- Son ineludibles las evidencias de que requerimos noma de Nuevo León.
ahora volver a replantear nuestros objetivos como Moreno, M. & Ruiz, J.P. (2005). "Perspectivas en medio CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012 MEDIO AMBIENTE Y SALUD: UN ENFOQUE ECOSISTÉMICO ambiente y salud". Ambienta, Abril: 31-38.
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moto y Maremoto del 27 de febrero de 2010. Santiago, 10. Nash, J.G. & De Souza, R.M. (2002). Nexos: población, Gobierno de Chile.
salud y medio ambiente. Washington, D.C. Population 15. Cantú-Martínez, P. C. (2011). "El costo ambiental por el Reference Bureau.
ascenso en la ciencia y tecnología". CiENCiA UANL , XIV 11. Zahedi, K. & Gudynas, E. (2008). Ética y desarrollo sos- (2), 127-13.
tenible. América Latina frente al debate internacional. En: 16. Prüss-Üstün, A. & Corvalán, C. (2006). Ambientes salu- M. G. Lucatello, Reflexiones sobre la ética y la coopera- dables y prevención de enfermedades: hacia una estima- ción internacional para el desarrollo: los retos del siglo XXI ción de la carga de morbilidad atribuible al medio am- (pp. 273 – 292,). México, D.F. Instituto Mora.
biente. Ginebra, Organización Mundial de la Salud.
12. OMS. (2010). Informe sobre la salud en el mundo: la finan- 17. OMS. (2000). La salud y el ambiente en el desarrollo sos- ciación de los sistemas de salud: el camino hacia la cobertura tenible. Washington. Organización Panamericana de la universal. Ginebra. Organización Mundial de la Salud.
Salud/Organización Mundial de la Salud.
13. Montenegro, R. (2006). Salud y ambiente. En R. Roa, CIENCIA UANL / AÑO 15, No. 57, ENERO - MARZO 2012

Source: http://historiadelamedicina.homestead.com/Medioambiente_Salud.pdf

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Intellectual Property and Human Development Trends and scenarios in the legal protection of traditional knowledge Charles McManis and Yolanda Terán1 Introduction This chapter discusses the currently much debated issue of traditional knowledge (TK) protection. Opinions differ widely, not only as to how TK should be protected, but even as to whether TK should be protected at all. It is commonly accepted that intellectual property rights (IPRs) in their current form are ill-suited for this category of knowledge. But does it follow that TK should be placed or left in the public domain for anybody to use as they wish? For many indigenous peoples, traditional communities and developing country governments, this seems neither fair nor reasonable. In response, they have insisted that this issue be discussed at the highest level in such forums as the World Intellectual Property Organization (WIPO), the World Trade Organization (WTO) and the Convention on Biological Diversity (CBD) Conference of the Parties (COP), and also be addressed at the national and regional levels. Proposals have included reforms to current IP regimes in order to prevent misappropriation of TK and the development of sui generis systems that vest rights in TK holders and TK-producing communities. However, considerable conceptual and political difficulties remain, and these remaining difficulties make it hard to predict the future of TK, as a legal and diplomatic issue.

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