Historia natural de una nueva contractura en flexion posterior a un rtr primario-corregido-2
Evolución natural de una nueva contractura en flexión posterior a un reemplazo total de rodilla primario
Dr. Andrés Anania
Hospital Naval Cirujano Mayor "Dr. Pedro Mal o" Av. Patricias Argentinas 351, C.A.B.A.
Objetivo. Investigar la incidencia, la evolución natural y las consecuencias
funcionales del desarrol o de una nueva contractura en flexión posterior a un
reemplazo total de rodil a.
Materiales y métodos. Cuarenta pacientes con extensión completa de rodil a
preoperatoria, que desarrol aron una contractura en flexión en el posoperatorio,
fueron estudiados y apareados 2:1 con 80 pacientes que sí tuvieron extensión
completa en el posoperatorio. La incidencia del desarrol o de una nueva
contractura en flexión, el rango de movimiento y el Knee Society Score fueron
analizados a las 6 semanas, 4 meses y al año de la cirugía.
Resultados. La incidencia de una nueva contractura en flexión a las 6 semanas
fue del 14%, la cual disminuyó al 5% y 0,3% a los 4 meses y al año de la cirugía,
respectivamente. En este último control, no se encontraron diferencias
significativas entre ambos grupos en el Knee Society Score (p = 0,5).
Conclusiones. El estudio demuestra que la mayoría de los pacientes que
desarrol aron una nueva contractura en flexión posterior a un reemplazo total de
rodil a, no solo recuperan su extensión completa al año posoperatorio, sino que
además la extensión de la rodil a y el Knee Society Score son equivalentes a los
de aquel os pacientes que no desarrol aron una contractura en flexión.
La contractura en flexión es una complicación no deseada del reemplazo total de
rodil a (RTR), que afecta al 1,4-17% de los pacientes.1-6 Los pacientes que la
desarrol an tienen una mayor incidencia de dolor anterior de rodil a, probablemente
secundario a una distribución anormal de las fuerzas a través del componente
protésico, con un aumento de la carga en la parte posterior del componente tibial y
la articulación femoropatelar.7 Actividades como ponerse de pie y caminar con una
rodil a en actitud flexa demandan un mayor trabajo del aparato extensor y
consumo de energía, lo que resulta en una fatiga acelerada.8,9 Los pacientes con
una grave contractura en flexión tienen una menor habilidad para caminar y
valores más bajos en los distintos puntajes de evaluación.
El factor más importante y reconocido que favorece el desarrol o de una
contractura en flexión es la presencia de una contractura en flexión preoperatoria.
Ritter y cols. han demostrado que, si hay una contractura preoperatoria igual o
superior a 5º, los pacientes tienen 2,9 más posibilidades de desarrol ar una en el
posoperatorio.5 A su vez, la contractura en flexión también puede desarrol arse en
pacientes sin una contractura en el preoperatorio.5 Se desconoce la evolución
natural y su comportamiento en este último grupo de pacientes.
Por lo tanto, los objetivos de este estudio fueron determinar 1) la incidencia y la
evolución natural de la aparición de una nueva contractura en flexión posterior a
un RTR primario y 2) cómo esta nueva contractura en flexión afecta los resultados
Materiales y métodos
Se realizó un estudio prospectivo sobre la base de datos correspondiente a RTR
primarios. Entre enero de 2006 y abril de 2011, 355 pacientes (380 rodil as, 25
bilaterales) sin una contractura en flexión fueron sometidos a un RTR primario. Los
procedimientos estuvieron a cargo del mismo cirujano. Solo se incluyeron
pacientes con diagnóstico de osteoartrosis primaria, artritis reumatoide o necrosis
Sesenta pacientes (61 rodil as, 1 bilateral) fueron excluidas: 7 pacientes (7 rodil as)
requirieron un inserto constreñido y vástagos debido a una gran deformidad
angular o pérdida de stock óseo, 2 pacientes (2 rodil as) fal ecieron en el
posoperatorio dentro del primer año, por causas ajenas a la cirugía; 6 pacientes (6
rodil as) fueron reintervenidos (1 revisión por infección, 2 artroscopia por resalto de
rótula, 3 revisión por aflojamiento mecánico) y, por último, 45 pacientes (46
rodil as, 1 bilateral) no fueron examinados más al á del cuarto mes posoperatorio.
Los restantes 295 pacientes (319 rodil as), que representan el 78% de nuestro
corte inicial, fueron divididos en 2 grupos: aquel os que desarrol aron una
contractura en flexión igual o superior a 5º a las 6 semanas del posoperatorio (46
pacientes, grupo en estudio) y los que no (249 pacientes, grupo control). Cada
paciente del grupo en estudio fue apareado con un equivalente del grupo control,
sobre la base de 4 variables preoperatorias: edad ± 5, sexo, índice de masa
corporal ± 5 kg/m2 y rango de movimiento ± 10º.
Se utilizó el algoritmo de Mayo para hacer el apareamiento entre las muestras.
Cuarenta de los 46 pacientes fueron apareados con 2 pacientes del grupo control
cada uno. De los 6 pacientes restantes, 3 fueron apareados con 1 solo paciente y,
a los 3 restantes, no se les encontraron muestras equivalentes en el grupo control.
En consecuencia, 40 pacientes (40 rodil as) del grupo en estudio fueron apareados
con 80 pacientes (80 rodil as). Además del apareamiento entre los dos grupos, se
analizó un número de variables preoperatorias e intraoperatorias para garantizar la
compatibilidad entre los dos grupos.
Para asegurar aun más la compatibilidad y comparabilidad entre los grupos, se
tomaron radiografías de frente, perfil y axiales de rótula, las cuales fueron
evaluadas por un único observador especialista, quien no estuvo involucrado en el
seguimiento de los pacientes. La alineación de la rodil a y la posición de los
componentes protésicos fueron medidos utilizando el sistema de software médico
PACS, y los resultados fueron evaluados de acuerdo con los criterios radiográficos
del Knee Society Score.10
Técnica quirúrgica
Todas las intervenciones se l evaron a cabo siguiendo el protocolo de cuidados
perioperatorios estándar de la institución. La cirugía se realizó bajo anestesia
epidural con hipotensión controlada y torniquete. En todos los casos, se utilizó el
abordaje pararrotuliano interno sin eversión de la rótula.11 El corte tibial se efectuó
con la guía de alineación extramedular, precediendo a los cortes femorales. El
corte femoral distal se realizó con la guía intramedular con 5º de valgo, con
instrumentación de referencia anterior. La rotación femoral se determinó usando la
línea condílea posterior, la línea transepicondílea y la línea de Whitesides.12-14 Los
gaps de flexión y extensión fueron balanceados utilizando los espaciadores
milimetrados, buscando la simetría entre ellos. La rótula se reemplazó de rutina en
todos los casos. Se colocó el mismo implante cementado y estabilizado a posterior
(Genesis II Total Knee System; Smith & Nephew, Memphis, TN) a todos los
El dolor posoperatorio se controló con un catéter epidural y rescates a demanda
durante las primeras 24 h, siguiendo con analgesia oral según la tolerancia. Los
drenajes se retiraron siempre a las 24 h de la cirugía. La rehabilitación se inició
durante el primer día posoperatorio con un dispositivo de movimiento continuo
(CPM) seteado de 0º a 60º. A todos los pacientes se les permitió la carga a las 48
h. Se realizó terapia multimodal para tromboprofilaxis durante la internación.15 Se
administró aspirina o acenocumarol, según el riesgo bajo o alto de desarrol ar una
trombosis.15 La terapia se mantuvo por 6 semanas. Los pacientes fueron dados de
alta hospitalaria entre los días 3 y 6 del posoperatorio.
Los controles posoperatorios se realizaron a las 6 semanas, 4 meses y al año. A
su vez, 8 pacientes del grupo en estudio y 27 del grupo control prolongaron sus
controles más allá del primer año (promedio 2,8 años, intervalo 2-4 años). Durante
cada visita posoperatoria, el cirujano que realizó las intervenciones fue el
encargado de completar el KSS y tomar las medidas de rango de movimiento con
No se encontró diferencia estadística significativa entre los dos grupos en ninguna
de las variables apareadas, ni tampoco en las variables preoperatorias y
posoperatorias, excepto en el lado de la rodil a afectada que l evó a la indicación
quirúrgica. El análisis radiográfico posoperatorio no reveló diferencias en la
alineación de las rodil as en el plano frontal (4,7 ± 1,8 grupo estudio vs. 5,3 ± 2,0
grupo control; p = 0,1033) ni en el plano sagital respecto a la inclinación del platil o
tibial (5,1 ± 1,9 grupo estudio vs. 5,0 ± 1,9 grupo control; p = 0,653). El ángulo de
flexión del componente femoral fue 5,1 ± 2,6 en el grupo estudio y 4,0 ± 2,6 en el
grupo control (p = 0,0248).
Análisis estadístico
Las variables sometidas a estudio estadístico fueron rango de movimiento,
extensión pasiva, flexión pasiva, el número de pacientes con contractura en flexión
igual o superior a 5º en cada visita posoperatoria, y las categorías individuales y
combinadas del KSS. Las variables categóricas fueron analizadas y apareadas
usando el sistema de apareamiento Mayo. Para la comparación entre ambos
grupos, los valores p fueron obtenidos usando las fórmulas t de Student, ji
cuadrado y la prueba exacta de Fisher. Un valor p <0,05 se consideró significativo.
Las variables continuas se expresaron como media ± desviación estándar.
Resultados
Al primer control posoperatorio (6 semanas), 46 pacientes (46 rodil as) de 295
pacientes (319 rodil as) desarrol aron una nueva contractura en flexión igual o
superior a 5°, lo que representó el 14,4% de los pacientes. De los 46 pacientes, el
grado de contractura en flexión se distribuyó de la siguiente manera: 23 pacientes
(<10°), 20 pacientes (entre 10 y <15°) y 3 pacientes (≥15°).
El número de pacientes con una contractura en flexión disminuyó con el tiempo.
En el segundo control posoperatorio (cuarto mes), esta continuaba en 14 de los 46
pacientes (30%) y, para el tercer control (al año), en solo 7 pacientes (15%). En
ninguno de estos 7 pacientes, la contractura en flexión fue >5°.
En el primer control (6 semanas posoperatorias), la contractura en flexión
promedio fue de 8 ± 3,9° en el grupo en estudio y 0 ± 0° en el grupo control (p
<0,0001). El grado de flexión fue de 98,9 ± 15,6° en el grupo en estudio y 107,3 ±
14,8° en el grupo control (p = 0,0046). Las categorías individuales y total de la
evaluación funcional del KSS fueron similares en ambos grupos (p = 0,0658). Las
categorías individuales de la evaluación anatómica del KSS fueron similares en
ambos grupos, con excepción de la contractura en flexión (p <0,0001) y el rango
de movimiento (p <0,0001). El puntaje total fue más bajo en el grupo de estudio
que en los controles (74,4 ± 14,8° vs. 81,2 ± 15,4°, respectivamente; p = 0,02).
En el segundo control (al cuarto mes), la contractura en flexión del grupo en
estudio fue de 2 ± 3° vs 0,1 ± 0,6° en el grupo control (p <0,0004). Las categorías
individuales y total de la evaluación funcional del KSS fueron similares en ambos
grupos (p = 0,4896). Las categorías individuales de la evaluación anatómica del
KSS fueron similares en ambos grupos, con excepción de la extensión (p
<0,0004). El puntaje total no mostró diferencias significativas entre ambos grupos
En el tercer control posoperatorio (al año), la contractura en flexión promedio del
grupo en estudio fue de 0,8 ± 1,8° vs 0,3 ± 1,6° en el grupo control (p = 0,13). Las
categorías individuales y total de la evaluación funcional del KSS fueron similares
en ambos grupos (p = 0,192). Las categorías individuales y total de la evaluación
anatómica del KSS fueron similares en ambos grupos.
Discusión
La incidencia de una contractura en flexión posterior a una artroplastia primaria de
rodil a varía del 1,4% al 17%.1-6,16 Mientras algunos reportes informan que la
situación no mejora con el tiempo,17-20 otros han demostrado una recuperación
progresiva y gradual con un tratamiento conservador adecuado.19,21-24 La
contractura en flexión preoperatoria es considerada el factor de riesgo más
importante para desarrol ar una en el posoperatorio.5 Sin embargo, la evolución
natural de una nueva contractura en flexión posterior a un RTR aún no ha sido
estudiada exhaustivamente.
En este estudio, la incidencia de una nueva contractura en flexión posterior a un
RTR disminuyó del 14,4% al 0,3% (6 semanas y 1 año poscirugía,
respectivamente). En todos los pacientes del grupo de estudio, se resolvió la
contractura en flexión a menos de 5° para el año posoperatorio con tratamiento
conservador. A su vez, tanto el dolor como la función posoperatorios al año son
los mismos comparados con el grupo que no desarrol ó una contractura en flexión,
según el KSS. Estos resultados sugieren que aquel as contracturas en flexión
detectadas en las primeras 6 semanas del posoperatorio no suelen obtener
resultados distintos al año de la cirugía, de acuerdo con el KSS, de las de aquel os
pacientes que no las desarrol aron, siempre y cuando se realice un tratamiento
conservador estricto y controlado.
Este estudio tiene ciertas limitaciones. La primera, el rango de movimiento fue
evaluado con un goniómetro. A pesar de que las mediciones radiográficas o el
análisis de la marcha pueden ser más exactos, Gogia y cols. demostraron que las
mediciones de la rodil a con goniómetros son igual de válidas y confiables.25 La
segunda limitación es la falta de seguimiento a largo plazo. Sin embargo, está
comprobado que el rango de movimiento tras un RTR no muestra importantes
mejorías después del año posoperatorio.26-29
En consecuencia, la decisión de fijar el punto de corte a los 12 meses de
seguimiento es improbable que repercuta en los resultados clínicos a largo plazo.
La tercera limitación es el análisis retrospectivo, a pesar de una base de datos
realizada en forma prospectiva. Con el objetivo de maximizar la comparabilidad de
los pacientes entre ambos grupos, los pacientes del grupo en estudio fueron
apareados con 2 pacientes del grupo control, según 4 variables reconocidas que
afectan el rango de movimiento posoperatorio: edad, sexo, índice de masa
corporal y rango de movimiento preoperatorio.5,16 A fin de asegurar la
imparcialidad de las muestras y disminuir los sesgos se excluyeron los pacientes
con diagnósticos preoperatorios que favorecen el desarrol o de una contractura en
flexión: deformidades postraumáticas y secuelas de artritis sépticas. Más bien, nos
enfocamos en pacientes con diagnóstico de osteoartrosis primaria, artritis
reumatoide y necrosis avascular. Los resultados posoperatorios no difieren en los
pacientes con estos diagnósticos.20,30,31 A su vez, para asegurar el
emparejamiento entre los grupos, se compararon un número de variables
preoperatorias, intraoperatorias y radiográficas. De todas las variables
controladas, solo la flexión del componente femoral mostró una diferencia
estadísticamente significativa. Faris y cols. han demostrado que el rango de
movimiento posoperatorio se ve afectado cuando la posición del componente
femoral se encuentra en más de 20º de flexión. De esta manera, la diferencia
angular promedio de ambos grupos (1,1º) observada es improbable que produzca
consecuencias clínicas relevantes.
La incidencia de una nueva contractura en flexión detectada a las 6 semanas
posoperatorias fue del 14,4%. Es ligeramente superior a la comunicada en la
literatura, pues nosotros consideramos contractura en flexión a toda aquel a >5°.
Seleccionamos este valor, porque muchos autores encontraron fatiga muscular del
cuádriceps, dolor anterior de rodil a, alteración del patrón de marcha y disminución
de los puntajes de evaluación con una contractura en flexión >5º.1,5,8,9,19,30,34,35 Si
hubiéramos utilizado 10° como punto de corte, nuestra incidencia de contractura
en flexión a las 6 semanas y al año habría sido del 5,96% y 0%, respectivamente.
El segundo objetivo del estudio fue comparar la evolución de los pacientes que
desarrol aron una nueva contractura en flexión con aquel os que no la
desarrol aron. Encontramos una diferencia significativa en el KSS total y el rango
de movimiento, pero no en el KSS referido a las 6 semanas. Sin embargo, al año
de la cirugía, no se hal aron diferencias significativas entre ambos grupos en la
extensión, el rango de movimiento, el KSS total y referido. A su vez, los pacientes
con una contractura en flexión a las 6 semanas tuvieron una mejoría y
recuperación notables entre la semana 6 y el cuarto mes posoperatorio.
Conclusión
El estudio demuestra que la mayoría de los pacientes que desarrol aron una nueva
contractura en flexión >5° tras un RTR (incidencia 14,4% a las 6 semanas)
recuperaron la extensión completa al año de la cirugía (incidencia 0,3%). A su vez,
la extensión de la rodil a, el KSS total, el KSS referido y el dolor al año
posoperatorio son equivalentes a los de los pacientes sin una contractura en
flexión posoperatoria.
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Figura 1. Match Pair (1/2)
Figura 2. Variables Preoperatorias
Figura 3. Variables Preoperatorias
Figura 4. •Variables Intraoperatorias
Figura 5. Postoperatorios
Figura 6. Extension POP
Source: http://acaro.org.ar/descargas/Historia%20natural%20de%20una%20nueva%20contractura%20en%20flexion%20posterior%20a%20un%20RTR%20primario.pdf
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Tratamiento farmacológico del tabaquismo SERGIO BELLO S.*, ALVARO FLORES C.** y MAGDALENA BELLO S.** Pharmacotherapy for tobbaco dependence Currently, tobacco smoking is considered to be a chronic systemic disease that belongs to the group of addictions. Nicotine is the responsible substance of this dependence, producing a variety of